En El Principito, Antoine de Saint-Exupéry nos regala una de las frases más profundas y universales: “No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.” Esta enseñanza, compartida por el zorro al pequeño príncipe, resuena profundamente en mi camino como coach y en las lecciones que la vida me ha brindado. En DEEPeando, mi espacio para compartir reflexiones y aprendizajes, quiero explorar qué significa realmente “ver con el corazón” y cómo este principio puede transformar nuestra manera de vivir, crecer y conectar con los demás.
Ver Más Allá de lo Superficial
Cuando leí El Principito por primera vez, esta frase me golpeó como un rayo de claridad. En un mundo obsesionado con las apariencias —las redes sociales llenas de filtros, las carreras por el éxito externo, las comparaciones constantes— tendemos a juzgar lo que vemos a simple vista. Pero Saint-Exupéry nos invita a detenernos, a cerrar los ojos por un momento y a escuchar lo que el corazón tiene que decir.
En mi trabajo como coach, he aprendido que el verdadero crecimiento no está en lo que mostramos al mundo, sino en lo que descubrimos bajo la superficie. He acompañado a personas que, en la superficie, parecían tenerlo todo: carreras exitosas, familias amorosas, vidas “perfectas”. Sin embargo, al indagar más profundo, encontré miedos, inseguridades y anhelos que no se veían a simple vista. Es en ese espacio vulnerable, donde el corazón habla, que comienza la transformación.
La Magia de Escuchar el Corazón
Ver con el corazón implica escuchar con empatía, no solo a los demás, sino también a nosotros mismos. Como coach, una de las herramientas más poderosas que utilizo es la escucha activa. No se trata solo de oír palabras, sino de captar las emociones, los silencios, las historias no dichas. Recuerdo a una cliente, Ana, quien llegó a una sesión convencida de que su problema era la falta de tiempo para avanzar en su carrera. Pero al explorar juntos, descubrimos que lo que realmente la frenaba era el miedo al fracaso, un peso invisible que cargaba desde años atrás. Al darle espacio a esa verdad, Ana comenzó a sanar y a dar pasos valientes hacia sus sueños.
Este principio no solo aplica en el coaching, sino en la vida diaria. ¿Cuántas veces hemos juzgado a alguien por su apariencia, sus palabras o sus acciones sin conocer su historia? Ver con el corazón nos pide paciencia, curiosidad y humildad. Nos pide reconocer que lo esencial —el amor, la bondad, el dolor, la esperanza— no se captura en una foto de Instagram o en un currículum.
Crecimiento desde lo Invisible
En mi propio viaje, he aprendido que las lecciones más valiosas suelen ser las más sutiles. Hace unos años, pasé por un momento de incertidumbre profesional. Desde fuera, todo parecía estar bien, pero por dentro sentía un vacío que no podía explicar. Fue en la quietud, al permitirme sentir sin juzgar, que descubrí lo que mi corazón pedía: un propósito más alineado con mis valores. Ese proceso, aunque invisible para los demás, marcó un antes y un después en mi vida.
En el coaching, acompaño a mis clientes a hacer este mismo viaje hacia lo esencial. No se trata de cambiarlo todo de un día para otro, sino de pequeños pasos: una conversación honesta, un momento de reflexión, una decisión valiente. Cada paso, por pequeño que parezca, nos acerca a una versión más auténtica de nosotros mismos.
Una Invitación para Ti
Hoy, te invito a cerrar los ojos por un momento y preguntarte: ¿Qué es lo esencial en tu vida? ¿Qué te está diciendo tu corazón que quizás has ignorado? Tal vez es un sueño que has postergado, una relación que merece más atención, o simplemente la necesidad de darte permiso para ser imperfecto. Lo esencial no siempre es evidente, pero siempre está ahí, esperando a que lo descubras.
En DEEPeando, mi misión es compartir estas reflexiones para inspirarte a mirar más allá de lo visible, a conectar con lo que realmente importa. Como dice Saint-Exupéry, “lo esencial es invisible a los ojos”, pero cuando aprendemos a ver con el corazón, el mundo se transforma.
¿Y tú, qué ves con el corazón? Comparte tus pensamientos en los comentarios o en nuestras redes sociales. ¡Me encantaría saber cómo esta idea resuena contigo!